15.9.14

Mediacion intercultural

imagen cursos educacion social, integracion socialLa profesión de Educador/a con Inmigrantes está en construcción y,  en la práctica, los que más reconocen la profesión serán el propio interesado, los familiares y los usuarios; por lo que se puede concluir que cuanto más cercana es la audiencia  se da mayor reconocimiento del trabajo de los educadores.

Se está intentando la construcción conjunta de la profesionalidad que implica la articulación de tres procesos:

1. Procesos de formación inicial y continua de las competencias laborales requeridas mediante la articulación de diversas fuentes: saber formalizado, saber hacer, experiencia.

2. Definición de los quehaceres y su codificación en los sistemas de empleo.

3. Proceso de reconocimiento de las competencias, resultado de múltiples relaciones entre los profesionales y otros agentes sociales.

Según MUGICA, los rasgos que caracterizan el perfil del educador que trabaja en la prevención y tratamiento de la marginación e inadaptación (como puede darse en muchas intervenciones con población inmigrante) son:

- Realiza intervenciones socioeducativas de promoción, preventivas y rehabilitadoras.
- Debe estar integrado en un equipo de profesionales.
- Debe articular la relación teoría-práctica adecuadamente.
- Debe poseer una titulación universitaria.
- Poseer conocimientos y dominio sobre las estrategias y técnicas de intervención educativa.
- Poseer un estatus socioeconómico.
- Poseer reconocimiento social.

También se habla de unas características comunes  a todos los educadores: su herramienta de trabajo es la relación; coordinación; capacidad de programación: diagnóstico, programación, ejecución, evaluación.

GUERAU DE ARELLANO, desde la perspectiva humanista, nos habla de lo que es común y esencial en la profesión del educador:

- No trabaja con problemas, sino con personas.
- Trabaja con situaciones y personas en proceso de marginación e inadaptación, ofreciendo al niño, joven... un mundo completo donde poder llegar a ser uno mismo en sociedad.
- Crea situaciones que faciliten la eclosión del yo.
- Su recurso fundamental es la relación o la convivencia cualificada que convierte «el vivir», el «relacionarse con» en categoría profesional.
- Utiliza una metodología común basada en: manejo práctico de referencias, conceptos y operaciones conjuntadas, observación situacional: haciendo descubrimientos en las observaciones, interpretaciones, intervenciones conexionadas, evaluación del proceso.


CONCEPTO DE INTEGRACIÓN

Este concepto se usa de diversas formas en las ciencias sociales y en las distintas esferas políticas y sociales. Frecuentemente se emplea en el ámbito de las políticas migratorias, aunque también en países donde la población indígena es mayoritaria o muy relevante.

En el campo de las políticas sociales para la inmigración, la polémica discursiva sobre la integración estriba en su confusión con la asimilación o en un uso erróneo del concepto.

Contrariamente a la asimilación, la integración alude al proceso sociocultural interactivo fundado sobre la interdependencia, la confrontación, el intercambio y la igualdad. Es, pues, el proceso gradual mediante el cual los nuevos residentes se hacen participantes activos de la vida económica, social, cívica y cultural del país de inmigración.

En la integración, cada uno conserva su identidad y su originalidad, inversamente a la asimilación, que implica sumisión y una identificación completa al cuerpo dominante. La integración pone énfasis en una relación dinámica entre el inmigrante o los grupos de inmigrantes y la sociedad de recepción. Supone el reconocimiento de valores de cada grupo, así como la puesta en marcha de condiciones para que éstos puedan enriquecerse mutuamente. El «otro» es reconocido en su diferencia, así como en su igualdad para aportar y enriquecer al conjunto social.

Para Lluís Recolons, el término integración, omnipresente hoy en el lenguaje político y mediático con relación a los inmigrantes internacionales y sus descendientes, es objeto de frecuente debate en el ámbito académico. El obstáculo principal para su aceptación es el peligro real de tratar de encubrir bajo otro nombre lo que no sería más que un intento de pura asimilación: es decir, de pretender la desaparición de todo rasgo sociocultural específico significativo de la población de origen inmigrante, al quedar engullida por la sociedad receptora. De ahí que algunos autores opten por evitar el término, mientras otros le añaden algún calificativo o precisan explícitamente la definición del concepto.

Stany Grudzielski (1990) hizo notar que originariamente en las ciencias sociales el término integración se entendía como un atributo de la sociedad, y no se utilizaba en el sentido, más generalizado ahora, al aplicarlo a los inmigrantes como un atributo de los individuos.

En esta línea, Ángeles Galiana y Mario Ruiz consideran que definir el concepto de integración social conlleva cierta dificultad. La integración social es un concepto complejo que no debiera identificarse con integración cultural y que, en principio, no puede describirse en los términos unidireccionales que sugieren que el anfitrión ingiere al «extraño» sin alterarse. Además, plantean que el reconocimiento y la garantía de los derechos políticos es también requisito de una real integración y que resulta imprescindible no sólo el reconocimiento, sino sobre todo la garantía de los derechos sociales, pues éstos son la palanca más importante para situar a sus titulares, al menos, en una posición que le permita combatir en contra de la disminución de sus posibilidades vitales.

Según estos autores, los principales objetivos y actuaciones que hay que desarrollar para la consecución de esta integración social se pueden sintetizar en los siguientes ejes fundamentales:

- Garantizar los derechos y las libertades democráticas de las personas inmigrantes, con especial atención a los derechos de participación.
- Mejorar sus condiciones de vida, haciendo posible el acceso a los diversos sistemas de bienestar social, sin ningún tipo de discriminación, entre los que destacan la sanidad, la educación y la vivienda.
- Promover el conocimiento mutuo entre la sociedad receptora y los inmigrantes como base de un proceso de enriquecimiento cultural y social.

Este último sería el fundamento para alcanzar la integración social y la igualdad en derechos y libertades de las personas inmigrantes. Es necesario que el fenómeno migratorio se considere como un elemento enriquecedor, tanto para la sociedad receptora como para los recién llegados.

La integración, desde la perspectiva de la responsabilidad pública, consiste en un proceso continuado de acciones de gobierno coordinadas que pretenden operar, bien sobre los individuos, bien sobre las comunidades, para facilitar las relaciones entre los ciudadanos y entre estos y los distintos ordenes institucionales.

Esta definición provisional, para Manuel Tamayo Sáez y Ernesto Carrillo Barroso, consta de varios componentes.:

-    En primer lugar, la integración no es un estadio ni un punto fijo al que se llega y en el que se permanece, sino un proceso, una situación de tránsito permanente que se redefine en cada momento del tiempo, en cada realidad política, social y administrativa. La integración es un tema público sin solución definitiva, al que los gobiernos se aproximan de modo permanente.

-    En segundo lugar la responsabilidad sobre el proceso es una responsabilidad pública, gubernamental. La integración depende del comportamiento de la sociedad como conjunto, del talante de los individuos particulares, del funcionamiento del mercado y sus instituciones, etc., pero la integración es una cuestión política que está necesitada de atención pública con el fin de aprovechar todo el potencial que ofrece el fenómeno migratorio y controlar, en su caso, los elementos negativos que puedan asociarse a estos procesos sociales.

-    En tercer lugar, la integración es un proceso que puede operar sobre dos unidades, de modo coordinado o independiente: los individuos y las comunidades. No es lo mismo gestionar la integración de personas individuales que gestionar la integración de colectivos. Las dimensiones más problemáticas de la integración tienen que ver con el segundo plano más que con el primero.

-    En cuarto lugar, la integración de los inmigrantes requiere de una visión de acción de conjunto. La integración es, por definición, una política global, que atiende a todos los aspectos de la vida de la persona y, por tanto, requiere de una acción pública conjunta a partir de la reunión y yuxtaposición de responsabilidades que, en principio, dependen de órganos e instituciones situadas en distintos niveles de gobierno. La gestión intergubernamental es la estrategia clave para afrontar, con expectativas de éxito, una meta que depende del impacto acumulativo de programas y políticas de distinto orden.

Para terminar con esta primera aproximación a la integración citamos la definición del antropólogo social Carlos Giménez:

«Entendemos por integración la generación de cohesión social y convivencia intercultural, mediante procesos de adaptación mutua entre dos sujetos jurídica y culturalmente diferenciados, mediante los cuales

a) las personas de origen extranjero se incorporan en igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades a la población autóctona, sin por ello perder su identidad y culturas propias;

b) la sociedad y el Estado receptor introducen paulatinamente aquellos cambios normativos, organizativos, presupuestarios y de mentalidad que se hagan necesarios».


Y distingue en el proceso de integración varias dimensiones: la jurídica y laboral como las más decisivas, y otras sociales como la familiar, residencial, vecinal, educativa, sanitaria, cívica y cultural.

Lo importante es que esta integración se haga desde el respeto de las diferencias de cada persona pero también de unas normas de comportamiento común a todos los miembros de la sociedad. El tiempo necesario a este proceso depende de la amplitud de las diferencias de partida, de la disposición de cada parte en «moverse» para unirse o para dejar que se unan otras, y de la presencia de medidas sociales globales que faciliten los procesos.


LA ACCIÓN MEDIDADORA EN EL ÁMBITO COMUNITARIO

Terminamos de ver la acción mediadora en la atención a casos, y ahora nos vamos a ocupar de otra gran dimensión en la labor de la forma de intervención del Educador con Inmigrantes, como es la acción mediadora en el ámbito comunitario.

La acción mediadora se enmarca dentro de un proceso en la cuál la atención a casos permite la primera aproximación a la población de origen extranjero cubriendo un aspecto fundamental como es el acceso a los recursos. Esto deriva del objetivo máximo que es contribuir, en el ámbito de los programas municipales de integración social, a la construcción de una sociedad intercultural, para la cual debemos trabajar desde una igualdad de partida entre los distintos actores sociales, porque si las condiciones materiales mínimas no se asientan en un plano de igualdad no podríamos hablar de convivencia.

En definitiva,  trata de contribuir a corregir las desigualdades del contexto, al menos desde el punto de vista de la adecuación institucional, de cara a una integración en condiciones de igualdad.

Hablar de convivencia intercultural implica hablar de una  nueva forma de relacionarse, se interactuar en la vida cotidiana. Este contacto se promueve a través de la intervención comunitaria diseñando actividades que integran la perspectiva intercultural basada en los principios del respecto a la diferencia, la potenciación de lo común y el acercamiento.

Los destinatarios de estas acciones de carácter comunitario son, en realidad, todos los sujetos de la población. Se trata de fomentar en todos los miembros de la comunidad, población inmigrante y población autóctona, la participación para afrontar problemas e intereses comunes de los que son parte todos.

Trabajar desde un plano comunitario implica trabajar con una estrategia de intervención basado en el conocimiento de la realidad social, para salir al encuentro tanto del inmigrante como del autóctono.

Los principales ejes de actuación en este ámbito son:

-    El tejido social que articula la convivencia cotidiana.
-    La prevención y la gestión de los conflictos.
-    La construcción de una sociedad basada en la convivencia intercultural.
Es un proceso de retroalimentación continua en el que se conjugan:

-    La acción mediadora en apoyo a la atención a casos para cubrir necesidades individuales y familiares.
-    La acción mediadora en el marco espacial, residencial, educativo y vecinal, fomentando actividades que lo dinamicen o interviniendo directamente en la resolución de conflictos.

Cuando el educador trabaja en el ámbito comunitario debe tener en cuenta la situación en la que se encuentra la población de origen extranjero, de cara a tratar de incentivar su participación e involucración en un proyecto de construcción de sociedad intercultural.

El marco jurídico-político y socioeconómico que afecta a la inmigración hace que la población de origen extranjero se encuentre en un estado de angustia e inseguridad que se evidencia en los contactos con los distintos profesionales de los Servicios Sociales, incluidos los educadores, y en la propia calle. Ante esta situación, se tiene que incentivar la participación social de la población de origen extranjero e implicarles en la construcción de un modelo de sociedad intercultural.

No debemos pensar que el educador, u otros profesionales del ámbito local, pueden dar «macro soluciones», pero se pueden y se deben ofrecer respuestas en el medio donde se trabaja: en los barrios, asociaciones, etc. Existe parte de la población inmigrante asentada que ya tiene cubiertas muchas de sus necesidades y, por eso mismo, es en este sector de población en el que debemos empezar a potenciar una participación activa en la comunidad.

El Educador con Inmigrantes puede prevenir muchos conflictos desde la labor que se realiza en la educación, en el ámbito vecinal y en el conocimiento de las relaciones sociocomunitarias que tienen lugar en la localidad. Por lo tanto, el trabajo en el ámbito comunitario, es la gran línea de actuación a seguir, ya que se abre una realidad nueva fomentando una labor de acercamiento a las condiciones de vida de las personas inmigrantes, y en general, a la integración social entre todos los vecinos independientemente de su nacionalidad de origen.


Actividades de Interacción:

La Convivencia Intercultural como meta siempre presente y la interacción positiva entre las partes es uno de sus elementos fundamentales, puesto que para poder hablar de tal convivencia tiene que haber contacto y cooperación entre la población autóctona y la población extranjera. Pues bien, los educadores dentro de su planificación incorporan también como algo fundamental el diseño de actividades que faciliten este contacto. En este sentido, podemos hablar de tres grandes grupos de actividades: las temáticas, las interculturales y las de reflexión:

-    Temáticas: tales como Jornadas Ciudadanas, Día de la Madre, Día Intergeneracional, etc. El objetivo inicial es superar el punto de partida en el que se encuentra la población de origen extranjero, ya que una de las primeras situaciones del inmigrante cuando llega a la sociedad de acogida es que su pasado y su bagaje se pierde en el proceso de adaptación en la nueva sociedad. La formación y la experiencia se pierden muchas veces y no son tenidas en cuenta. Así, no es extraño ver a personas con estudios superiores realizando trabajos y tareas correspondientes a otro nivel formativo o bien realizar trabajos no acordes con la experiencia que poseen.

-    Interculturales: tales como actividades de educación intercultural en centros escolares con alumnos (grupos y minorías), padres (autóctonos y extranjeros) y profesores. También con Jornadas Interculturales en las que se realicen talleres, mesas de debate, etc. Son actividades que aplican la perspectiva de la interculturalidad a la educación con el objetivo de lograr la convivencia desde el aula. Se realizan en las escuelas infantiles, colegios, institutos, asociaciones...

-    Reflexión: a través de grupos de discusión.

 
Actividades de reflexión:

Son actividades que buscan la creación de espacios de diálogo y debate. Los temas sobre los que gira la reflexión tienen siempre que ver con la convivencia. El papel del educador consiste en organizar estas actividades, en ser un mero participante o bien coordinar su realización dentro de un conjunto más amplio de actividades. Ejemplos de estas acciones son: las Mesas Redondas, los Debates y la organización de Grupos de Discusión:

- Las Mesas Redondas y los Debates generan la apertura de canales de diálogo desde y para la comunidad. Los temas a discusión se centran en la convivencia y persiguen fomentar la comunicación a todos los niveles: asociativo, ciudadano, institucional, etc.

- Los Grupos de Discusión consisten en abrir un espacio de reflexión en el que los participantes sean los propios inmigrantes y que hablen en torno a qué supone la inmigración a medio y largo plazo. Es decir, son los propios protagonistas los que explican a los vecinos sus historias de vida, por lo que se está fomentando su participación en la comunidad y se da a conocer su realidad como paso necesario para que tenga lugar el acercamiento y el contacto intercultural.


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Curso a distancia: MEDIADOR SOCIAL INTERCULTURAL (Educador/a con Inmigrantes)



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